Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
DIOS ESPERA
NUESTRA ACCIÓN
DE GRACIAS
Gracias a Dios por la salud y la vida
Gracias a por el pan de cada día
Gracias a Dios por ayudarme en la terrible batalla con el Cobid 19
Gracias a Dios porque estoy vivo
HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS (Sal. 135)
Dad gracias al Señor porque es bueno: Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios de los dioses: Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Señor de los señores: Porque es eterna su misericordia.
Sólo Él hizo grandes maravillas: Porque es eterna su misericordia.
Él hizo sabiamente los cielos: Porque es eterna su misericordia.
Él afianzó sobre las aguas la tierra: Porque es eterna su misericordia.
Él hizo lumbreras gigantes: Porque es eterna su misericordia.
Él hizo el sol que gobierna el día: Porque es eterna su misericordia.
Él hizo la luna que gobierna la noche: Porque es eterna su misericordia.
Él da alimento a todo viviente: Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios del cielo: Porque es eterna su misericordia.
Para ti es mi música, Señor. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Himno: Cuan Grande es Él
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por el don precioso de la vida, por la salud y por el pan de cada día.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, porque en cada amanecer nos das la oportunidad de poder abrir nuestros ojos a la luz del nuevo día.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, porque, a pesar del miedo a la tempestad que estamos afrontando (Covid 19), hay brotes de nuevas ilusiones y nuevas esperanzas de una vida mejor.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracia, porque las amenazas de las enfermedades me están enseñado que, más que tener miedo, tengo que tener confianza; y más que quejarme y cruzarme de brazos, tengo que cuidarme y cuidar también a los demás.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias y a pedirte que me ayudes a recordar que no importa lo oscura y tenebrosa que sea la noche de la tempestad, porque Tú siempre enviarás la luz para iluminar el sendero de mi vida.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por ser la Roca que me protege en las tempestades y el Faro luminoso que alumbra mis momentos de tinieblas.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias y a pedirte que me colmes de fortaleza para enfrentar, con actitud mental positiva, con fe y con esperanza las batallas en la lucha por la vida.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por la familia en la cual he nacido; y por el lugar donde he crecido; y por las personas generosas y buenas que me ayudaron a crecer y que me levantaban cuando me encontraban caído.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por el trabajo de todos los educadores, los que contribuyeron, a través de los años, en mi formación, para ser hoy lo que soy.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por lo que soy y por lo que no soy; por lo que tengo y por lo que no tengo; y porque sin tu ayuda, oh Señor, yo andaría errante como una oveja sin pastor, o como un barco sin rumbo.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por tantas personas generosas y buenas que, con su trabajo, sirven a muchos. Gracias, oh Dios, por mis familiares que siempre están pendientes de mí, que se preocupan por mi salud y por mi bienestar en todo sentido.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por todas las buenas amistades que tengo. Gracias, oh Dios, porque mis amistades me ayudan con su trabajo y con sus buenos consejos para que yo esté bien.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por los talentos que he recibido de ti, gracias a los cuales puedo hacer bien mis tareas y puedo desempeñarme bien en mi trabajo.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por la facultad y la capacidad para hablar, para consolar, para dar voces de aliento y de esperanza, para ver, para oír, para sentir, para recordar, para olvidar, para amar y para darme a querer de los demás.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por las veces que he reído y por las veces que he llorado; pero, sobre todo, gracias, oh Señor, por estar con vida y por estar aquí contigo.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, porque Tú no me dejas solo @ en las pruebas dolorosas. Gracias, oh Dios, porque Tú eres mi Fortaleza, cuando estoy débil. Gracias, oh Dios, porque Tú eres mi Refugio, en medio de la tempestad. Gracias, oh Dios, porque Tú eres mi Luz, en mis días nublados y en mis noches oscuras.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por el trabajo que realizan las autoridades civiles, militares y eclesiásticas. A todos los dirigentes de las naciones y de los pueblos, cólmalos de sabiduría, oh Señor, como al rey Salomón, para que puedan gobernar con mucho acierto y nos conduzcan a todos por los caminos del progreso y de la paz.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por todos los servidores de la salud pública que, en medio de la tempestad, están saliendo a salvar vidas, poniendo en riesgo sus mismas vidas. A todos ellos, con mayor razón, protégelos Señor.
Oh Dios: Hoy vengo a decirte gracias, por todas tus bendiciones; y a decirte que te amo con todo mi corazón; y a pedirte, Padre mío, que cojas de la mano a mis familiares, a mis amigos y a mí, y que jamás nos sueltes. A todos, Padre querido, protégenos hoy y siempre. Amén.