Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
BENDICIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA
PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL SANTUARIO DE LA DIVINA MISERICORDIA EN
GARAGOA - BOYACÁ - COLOMBIA
En el nombre del Padre, y del Hijo…
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos vosotros. Y con tu espíritu.
Hermanas y hermanos: Bienvenidos a participar de la ceremonia de Bendición de la Primera Piedra para el Santuario de la Divina Misericordia que, con mucho amor y sin destruir lo que otros han hecho, vamos a construir en este hermoso lugar de Garagoa. Esta ceremonia de bendición quedará grabada para siempre en los corazones de todos ustedes.
HOMILÍA DEL SEÑOR OBISPO DE LA DIOCESIS, MONSEÑOR JULIO GARCÍA PELÁEZ
ORACIÓN DE LOS FIELES
Invoquemos a Dios, Padre todopoderoso, para que la obra que aquí vamos a realizar nos una a Cristo, piedra angular, fortalezca nuestra fe y contribuya a la extensión del Reino de Dios en la tierra.
Te damos gracias, oh Dios, porque es eterna su misericordia.
-Te damos gracias, oh Dios, que nos has dado la inteligencia y la fuerza para ser colaboradores de tu obra; haz que tu Iglesia en el mundo anuncie tu Reino a todos los hombres.
Te damos gracias, oh Dios, porque es eterna su misericordia.
-Te damos gracias, oh Dios, por el Espíritu de tu Hijo que nos hace entrar en la construcción del templo espiritual, en el que quieres hacer tu morada.
Te damos gracias, oh Dios, porque es eterna su misericordia.
-Te damos gracias, oh Dios, que pones en nosotros la firme esperanza de llevar a buen término, con tu ayuda, el proyecto de la construcción del Santuario.
Te damos gracias, oh Dios, porque es eterna su misericordia.
-Te damos gracias, oh Dios, porque a nosotros en la Iglesia, como piedras vivas que somos, nos labras y nos pules para que formemos parte de la Jerusalén celestial.
Te damos gracias, oh Dios, porque es eterna su misericordia.
MONICIÓN ANTES DE LA BENDICIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA POR PARTE DEL RECTOR DEL SANTUARIO, PADRE MARCELINO PUIN AMAYA
Hermanas y hermanos: La obra que aquí se va a construir será el Santuario de la Divina Misericordia, para gloria de Jesucristo y la extensión del Reino de Dios en la tierra. La construcción de este Santuario, en el corazón del Valle de Tenza, de esta bella región de Boyacá, se constituirá en el corazón de la fe de un pueblo creyente y agradecido por la misericordia que Dios ha tenido y seguirá teniendo con nosotros. Con esta gozosa celebración de Bendición y Colocación de la Primera Piedra para el Santuario invitamos a todos los católicos de buena voluntad y de gran corazón a colaborar para esta obra grande. Dios quiera, con su ayuda, que la Diócesis de Garagoa, en su cabeza visible, el Excelentísimo Señor Obispo, Monseñor Julio Hernando García Peláez, lleve a feliz término esta obra. Hoy, cada uno de los aquí presentes y de los que nos escuchan por los medios de comunicación social, quiere cantar: “Señor, yo quiero a tu Santuario para adorar”. Y mañana, cuando este sueño sea una realidad, cada quien cantará: “Señor, ya puedo entrar a tu Santuario, para adorar”.
Procedamos, Señor Obispo, a la bendición; y a su debido tiempo, todos a trabajar y a aportar económicamente, porque esto también es, como dijera la doctora Aracely: “Diciendo y haciendo”.
Oremos. Padre celestial, tú fundaste la Iglesia edificada sobre el cimiento de los apóstoles y con el mismo Cristo Jesús por piedra angular; haz que tu pueblo, reunido en tu nombre, te venere, te ame, te siga y vaya creciendo hasta formar un templo donde habite tu gloria, y así, llevado por ti, llegue finalmente al Santuario del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
BENDICIÓN DEL TERRENO
Oremos. Dios, Padre nuestro, que llenas de tal manera el universo que tu nombre es glorificado en todas partes, bendice + a estos hijos tuyos que, con su generosidad y su trabajo, han dispuesto este terreno con la intención de edificar en él una iglesia para ti; haz que, con los mismos sentimientos de unidad y de alegría con que celebran hoy esta ceremonia inaugural, puedan luego celebrar en tu templo los sagrados misterios y alabarte para siempre en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
BENDICIÓN Y COLOCACIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA.
Oremos. Señor, Padre Santo, por el profeta Daniel prefiguraste a tu Hijo, nacido de la Virgen María, como la piedra desprendida de la montaña sin intervención humana y por el Apóstol lo designaste como único cimiento de tu Iglesia; dígnate bendecir + esta primera piedra que vamos a colocar en su nombre y concédenos que el mismo Jesucristo, a quien constituiste principio y fin de todas las cosas, asegure el comienzo, el progreso y el término de esta obra. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.