Primer Misterio: Jesús multiplica el pan.

 

“Jesús tomó cinco panes de cebada, dio gracias y los distribuyó a una multitud… y todos comieron hasta quedar satisfechos…” (Jn. 6, 11 ss).

 

Oremos por nuestras familias, para que en ellas reine la unidad, el amor y la paz.

 

Amado Jesús: Te traemos a nuestras familias… y por ellas nuestra oración, para que se sumerjan en el océano inmenso de tu Sagrado Corazón.

 

L/: Santísimo Sacramento: Ilumina mi entendimiento.

R/: Sin ti no puedo vivir, ni un instante, ni un momento

      (una vez).

 

L/:  Jesús Pan de Vida, para mi alma alimento.

R/:  Alabado sea el Santísimo Sacramento (diez veces).

 

L/: El que creyere que Jesús es Dios y que su poder es

      inmenso, diga con el corazón:

R/: Alabado sea el Santísimo Sacramento (una vez).

 

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria…

 

Segundo Misterio: Jesús es el Pan de Vida.

 

En la sinagoga de Cafarnaúm, dijo Jesús: “Yo soy el Pan de la Vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás” (Jn. 6, 35).

 

Oremos por las familias que están en crisis...

Amado Jesús: Te traemos a las familias que sufren el problema del hambre… y por ellas nuestra oración, para que se sumerjan en el océano inmenso de tu Sagrado Corazón.

 

L/: Santísimo Sacramento: Ilumina mi entendimiento.

R/: Sin ti no puedo vivir, ni un instante, ni un momento

      (una vez).

 

L/:  Jesús Pan de Vida, para mi alma alimento.

R/:  Alabado sea el Santísimo Sacramento (diez veces).

 

L/: El que creyere que Jesús es Dios y que su poder es

      inmenso, diga con el corazón:

R/: Alabado sea el Santísimo Sacramento (una vez).

 

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria…

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Tercer Misterio: Jesús anuncia que el Pan es su Carne.

 

“Jesús dijo a los judíos: Yo soy el Pan Vivo bajado del cielo. El que coma de este Pan vivirá eternamente; y el Pan que yo daré es mi Carne para la vida del mundo” (Jn. 6, 51).

 

Oremos por los enfermos, para que el Espíritu Santo los colme de fortaleza.

 

Amado Jesús: Te traemos a todos los enfermos… y por ellos nuestra oración, para que se sumerjan en el océano inmenso de tu Sagrado Corazón.

 

L/: Santísimo Sacramento: Ilumina mi entendimiento.

R/: Sin ti no puedo vivir, ni un instante, ni un momento

      (una vez).

L/:  Jesús Pan de Vida, para mi alma alimento.

R/:  Alabado sea el Santísimo Sacramento (diez veces).

 

L/: El que creyere que Jesús es Dios y que su poder es

      inmenso, diga con el corazón:

R/: Alabado sea el Santísimo Sacramento (una vez).

 

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria…

 

Cuarto Misterio: Jesús nos da vida eterna.

 

“Os aseguro que si no coméis la Carne del Hijo del hombre y no bebéis su Sangre no tendréis vida en vosotros. El que come mi Carne y bebe mi Sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día” (Jn. 6, 53-24). 

 

Oremos por los niños y los jóvenes…

 

Amado Jesús: Te traemos a todos los niños y jóvenes… y por ellos nuestra oración, para que se sumerjan en el océano inmenso de tu Sagrado Corazón.

 

L/: Santísimo Sacramento: Ilumina mi entendimiento.

R/: Sin ti no puedo vivir, ni un instante, ni un momento

      (una vez).

 

L/:  Jesús Pan de Vida, para mi alma alimento.

R/:  Alabado sea el Santísimo Sacramento (diez veces).

 

L/: El que creyere que Jesús es Dios y que su poder es

      inmenso, diga con el corazón:

R/: Alabado sea el Santísimo Sacramento (una vez).

 

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria…

 

Quinto Misterio: Jesús instituye la Sagrada Eucaristía.

 

“En la Última Cena, Jesús tomó el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Esto es mi Cuerpo, que es entregado por vosotros, haced esto en memoria mía. Y de la misma manera el cáliz, después de la cena, diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que es derramada por vosotros” (Lc. 22, 19-29).

 

Oremos por los médicos, las enfermeras y todos los demás que trabajan en sanidad…

 

Amado Jesús: Te traemos a los médicos y enfermeras… y por ellos nuestra oración, para que se sumerjan en el océano inmenso de tu Sagrado Corazón.

 

L/: Santísimo Sacramento: Ilumina mi entendimiento.

R/: Sin ti no puedo vivir, ni un instante, ni un momento

      (una vez).

 

L/:  Jesús Pan de Vida, para mi alma alimento.

R/:  Alabado sea el Santísimo Sacramento (diez veces).

 

L/: El que creyere que Jesús es Dios y que su poder es

      inmenso, diga con el corazón:

R/: Alabado sea el Santísimo Sacramento (una vez).

 

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria…

 

Oración. Santísimo Sacramento: Gracias por ser mi celestial alimento. Quisiera dulce Jesús, mi Redentor y mi Dueño, que mi alma fuera un altar y mi corazón un templo, para tenerte siempre abrigado aquí dentro de mi pecho. Ven a mí, Jesús amado. Ven, Divino Sacramento. Ven y remedia mis males. Dale a mi vida alimento. Yo te recibo, Señor, con el ardiente deseo que tengo de comulgar, en este feliz momento. Quiero unirme a ti, con vínculo tan estrecho, que nunca más el pecado triunfe en mi débil cuerpo. Y amarte toda la vida, ese es mi mayor anhelo, y servirte aquí en la tierra, para gozarte en el cielo. Amén.

 

Oh Jesús, mi fiel amigo, cuatro cosas hoy te pido, con mucha necesidad: Paciencia para sufrir; entusiasmo para trabajar; fuerza para resistir todas las penas que han de venir; y temperamento sereno, para poder resolver las cosas con santa calma, y así tener en el alma perfecta tranquilidad. Esto es lo que he venido a pedirte, oh mi Jesús adorado, en este día consagrado para adorarte y servirte, y también en la eternidad. Amén.