Himno: Cadena de alabanzas

 

Bendito, alabado y adorado sea Jesús, en el Santísimo Sacramento del altar: Sea para siempre bendito y alabado (3 veces).

 

Santo Rosario Vocacional - Sacerdotal

 

Hoy jueves eucarístico y sacerdotal, ofrezcamos este Santo Rosario a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, y a María Santísima, Madre de los sacerdotes, pidiendo por la salud, la conversión y la santificación de todos los sacerdotes, y para que abunden en la Iglesia las vocaciones sacerdotales y religiosas.

 

*  Por la señal, de la santa cruz…

 

*  Jesús mi Señor y Redentor…

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MISTERIOS LUMINOSOS

 

1°. Bautismo de Jesús en el Jordán. Corazones unidos de Jesús y de María guarden santamente a los sacerdotes y atiendan nuestras súplicas, a fin de que florezcan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote: Tú te sumergiste en las aguas del río Jordán, aguas que quedaron benditas por los resplandores del Espíritu Santo, aguas que servirían para purificar a la humanidad del pecado original. Aguas benditas del río Jordán que bañarían a sacerdotes, profetas y reyes de muchas generaciones. Te pido, Jesús mío, por intercesión de tu Santísima Madre, para que los sacerdotes vivan con profundidad su vocación bautismal y su vocación sacerdotal; sacerdocio que ha de ser vivido con autenticidad y heroicidad; y que ha de ser fecundo en la salvación de las almas.

 

2°. Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná. Corazones unidos de Jesús y de María guarden santamente a los sacerdotes y atiendan nuestras súplicas, a fin de que florezcan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote: En las bodas de Caná de Galilea, manifestaste tu gloria a los discípulos convirtiendo el agua en vino, por intercesión de tu Santísima Madre. Te pido, Jesús mío, que los sacerdotes sean obedientes al mandato de María: “haced lo que Él os diga” (Jn. 2, 5). Te pido, también, que los sacerdotes conserven su corazón puro, para obrar el «gran milagro» de transformar el agua y el vino en tu preciosísima Sangre. María Inmaculada: Intercede para que los sacerdotes hagan de su vida vino de santidad, vino agradable para Dios y para sus hermanos, vino que los transporte al cielo, a la fiesta de las bodas del Cordero.

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3°. Anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión. Corazones unidos de Jesús y de María guarden santamente a los sacerdotes y atiendan nuestras súplicas, a fin de que florezcan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote: Tú, Rey de reyes, invitaste a la conversión y anunciaste un nuevo Reino en la tierra; un Reino de amor, de justicia y de paz; un Reino de alegría y de eterna Pascua. Te pido, Jesús mío, por los sacerdotes, para que vivan en una conversión constante, conversión que les exige vivir la Palabra y encarnar el Evangelio; conversión que es indispensable para llegar al Reino de Dios; conversión que los hace dignos ante la presencia del Padre celestial; conversión que los lleva a adquirir los rasgos de Jesús, haciendo de cada uno otro Cristo en la tierra. María Inmaculada: Intercede para que los sacerdotes sean coherentes en su predicación, predicación que debe ir acompañada con su testimonio de vida.

 

4°. Transfiguración de Jesús. Corazones unidos de Jesús y de María guarden santamente a los sacerdotes y atiendan nuestras súplicas, a fin de que florezcan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote: En el monte Tabor, en el misterio de la Transfiguración, les mostraste el resplandor de tu gloria a Pedro, Santiago y Juan. Te pido, Jesús mío, que los sacerdotes que viven en tinieblas, a causa del pecado, sean santificados por el resplandor de tu gloria, para que puedan iluminar el camino de sus fieles. María Inmaculada: Intercede para que los sacerdotes sean transfigurados, como Jesús; sacerdotes que se asemejen en su pureza y divinidad; sacerdotes que den gloria al Santo Nombre de Jesús, porque nada opaco y oscuro debe haber dentro de ellos; sacerdotes que ofrezcan a sus fieles una entrega incondicional y sacrificada.

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5°. Institución de la Sagrada Eucaristía. Corazones unidos de Jesús y de María guarden santamente a los sacerdotes y atiendan nuestras súplicas, a fin de que florezcan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote: Tú tienes un corazón eucarístico; y, por eso, instituiste el Santo Sacrificio de la Misa, para quedarte con nosotros hasta el fin de los tiempos. Te pido, Jesús mío, que los sacerdotes celebrantes tengan un corazón puro y santo, como el tuyo. Así, tus sacerdotes te darán gozo a ti, oh Jesús, cuando ellos te tengan en sus manos puras y en sus corazones virginales. María Inmaculada: Intercede para que los sacerdotes celebren con alegría y gran devoción la Sagrada Eucaristía; y que sus vidas sean ofrenda de amor e himno de adoración y alabanza a Jesús Sacramentado. 

 

Oremos. Padre celestial: Por los méritos infinitos de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, y en la unidad del Espíritu Santo, acoge favorablemente nuestras súplicas y toma en tus venerables manos nuestra oración; danos sacerdotes y religiosos santos y haz de nuestras familias semilleros de vocaciones sacerdotales y religiosas. Amén.

 

Señor: Danos Sacerdotes.

Señor: Danos Sacerdotes Santos.

Señor: Danos muchos Sacerdotes santos.

 

Himno: Qué detalle Señor

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LETANÍAS A JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE

 

*   Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

 

*   Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.

 

*   Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

 

Ten piedad de nosotros

 

Santísima Trinidad, que eres un solo Dios verdadero: Ten piedad de nosotros.

 

Dios Padre Misericordioso: Ten piedad de nosotros.

 

Dios Hijo, Redentor del mundo: Ten piedad de nosotros.

 

Dios Espíritu Santo, Señor y dador de vida: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, según el rito de Melquisedec: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, a quien Dios Padre ungió con la fuerza del Espíritu Santo: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, a quien Dios Padre envió a evangelizar a los pobres: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que en la Última Cena instituyó la Sagrada Eucaristía: Ten piedad de nosotros.

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que en la Última Cena instituyó el sacerdocio ministerial: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, Pontífice santo, inocente e inmaculado: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, Pontífice que entregaste tu vida en sacrificio para perdonarnos nuestros pecados: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, Pontífice del auténtico Santuario: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, Pontífice que siempre vive para interceder por nosotros: Ten piedad de nosotros.

 

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, Pontífice fiel y misericordioso: Ten piedad de nosotros.

 

*  Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:  

    Perdónanos, Señor.

*  Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:  

    Escúchanos, Señor.

*  Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

    Ten piedad de nosotros.

 

*   Señor: Danos sacerdotes.

*   Señor: Danos sacerdotes santos.

*   Señor: Danos muchos sacerdotes santos.

 

Himno: Tú me levantas (367)

 

LETANÍAS A JESÚS SACRAMENTADO

 

*   Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

 

*   Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.

 

*   Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.

 

Ten piedad de nosotros

 

Santísima Trinidad, que eres un solo Dios verdadero: Ten piedad de nosotros.

 

Dios Padre Misericordioso: Ten piedad de nosotros.

 

Dios Hijo, Redentor del mundo: Ten piedad de nosotros.

 

Dios Espíritu Santo, Señor y dador de vida: Ten piedad de nosotros.

 

Sagrada Hostia, Pan de Vida: Ten piedad de nosotros.

 

Sagrada Hostia, multiplicada en el altar para dar vida eterna al mundo: Ten piedad de nosotros.

 

Sagrada Hostia, alimento espiritual para dar fortaleza a los humildes: Ten piedad de nosotros.

 

Sagrada Hostia, Cuerpo de Jesús humillado y maltratado por las blasfemias de los hombres: Ten piedad de nosotros.

Sagrada Hostia, profanada por los impíos: Ten piedad de nosotros.

 

Sagrada Hostia, víctima de reparación por los pecados del mundo: Ten piedad de nosotros.

 

Perdón, Señor, perdón

 

Por todas las blasfemias contra el Santo Nombre de Dios: Perdón, Señor, perdón.

 

Por las faltas de respeto y devoción en tu Santo Templo: Perdón, Señor, perdón.

 

Por la pérdida del espíritu de adoración: Perdón, Señor, perdón.

 

Por la falta de «apetito» hacia el Pan de la Vida: Perdón, Señor, perdón.

 

Por la indiferencia de los que a diario pasan por delante de tu Santo Templo: Perdón, Señor, perdón.

 

Por los sacrilegios con que se profana el Sacramento del Amor: Perdón, Señor, perdón.

 

Por todas las comuniones indignas: Perdón, Señor, perdón.

 

Por la soledad en tantos Sagrarios, en donde Tú nos esperas: Perdón, Señor, perdón.

Por los que viven alejados de la única Iglesia que Tú fundaste: Perdón, Señor, perdón.

           

Te rogamos óyenos

 

Jesús Sacramentado, nosotros que somos pecadores: Te rogamos óyenos

 

Jesús Sacramentado, danos a conocer tu amor que tienes por nosotros. Te rogamos óyenos

 

Jesús Sacramentado, concédenos vivir en ti, por ti, de ti, y para ti, a los que nos alimentamos de tu Cuerpo y de tu Sangre: Te rogamos óyenos.

 

Jesús Sacramentado, permítenos ser testigos de tu amor: Te rogamos óyenos.

 

Jesús Sacramentado, acepta nuestra humilde reparación, por el Inmaculado Corazón de María Santísima, la Primera Reparadora: Te rogamos óyenos.

 

* Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:  

   Perdónanos, Señor.

 

* Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:  

   Escúchanos, Señor.

 

*  Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

    Ten piedad de nosotros.

 

*   Señor: Danos sacerdotes.

*   Señor: Danos sacerdotes santos.

*   Señor: Danos muchos sacerdotes santos.