Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
DOMINGO DE RAMOS III
Bendición de Ramos
Preparemos el corazón, para la bendición de los ramos, que son signo de nuestra alabanza a Dios por su Hijo muy amado, en Él reconocemos nuestra plena felicidad, Él es el rey de la vida.
Oremos. Dios todopoderoso y eterno, santifica con tu bendición † estos ramos para que, cuantos seguimos con aclamaciones a Cristo Rey, podamos llegar por él a la Jerusalén celestial. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
Lectura del santo Evangelio según san Marcos
(Mc. 11, 1-10).
Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: —«Id a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: “El Señor lo necesita y lo devolverá pronto”». Fueron y encontraron el borrico en la calle, atado a una puerta, y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: —«¿Por qué tenéis que desatar el borrico?». Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban: —«Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.
¡Hosanna en el cielo!».
Palabra del Señor.