Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
Para la gloria de Jesucristo y la extensión del Reino
de Dios en la tierra
VIA CRUCIS
CAMINO DE LA CRUZ
Te acompañamos, oh Jesús, en el Camino de la Cruz.
Hagamos el Santo Viacrucis, acompañando a Jesús en su recorrido por la Vía Dolorosa hasta el monte Calvario. Contemplemos en cada paso las huellas ensangrentadas del Señor y unámonos espiritualmente a su Dolorosa Pasión y Muerte, para que participemos también del triunfo de su gloriosa Resurrección. En cada estación contemplemos la santa cruz, signo de nuestra salvación, adoremos a Cristo que entregó su vida por todos, oremos por nuestras familias y unamos nuestros sufrimientos a su Dolorosa Pasión.
Por la señal de la santa cruz...
Jesús mi Señor y Redentor...
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es condenado a muerte
VIERNES SANTO
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Contigo, nos duele en el alma que tu sentencia a la pena de muerte se siga dictando para aquellos seres humanos que la sociedad considera como un estorbo y quiere deshacerse de ellos. Pensemos, por ejemplo, en las prácticas de abortos y la eutanasia. Ayúdanos, oh Señor, a luchar para defender la vida, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural. Ayúdanos, oh buen Jesús, a combatir las olas de violencia y todas las enfermedades que golpean a la sociedad y a las familias. Amén.
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús carga con la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: En ti se repite y se transforma la historia de nuestros humildes campesinos que han sido despojados de sus territorios, de sus casas, de sus familias y de su integridad, por el abuso y la ambición de algunos pocos. Por amor a tu santa cruz, la que Tú, oh Señor, cargaste en tus espaldas, queremos comprometernos en la lucha por la justicia y en la defensa de los más necesitados. Amén.
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae por primera vez
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Gracias por renovar nuestras fuerzas para levantarnos de nuestras caídas y continuar recorriendo los caminos de la vida, apoyados en ti. Fortalece, oh Señor, todos y cada uno de los esfuerzos que realizamos para llevar una vida más fiel al Evangelio; y ayúdanos a vencer las tentaciones que se nos presenten en el camino. Amén.
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
CUARTA ESTACIÓN
Jesús se encuentra con su Santísima Madre
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Gracias por regalarnos en María una fuerza extraordinaria para enfrentar con valentía, con fe y con esperanza, las adversidades de la vida, las pruebas dolorosas, las enfermedades y los sufrimientos. Santísima Virgen, hoy también queremos encontrarnos contigo para vivir con sensatez y tener el coraje de luchar por la dignidad humana, tal como lo hiciste Tú. Amén.
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
QUINTA ESTACIÓN
Jesús es ayudado por el Cireneo
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Danos la gracia de saber ayudar al hermano caído en desgracia, para que, en vez de juzgar, estemos prontos a darle la mano. Que todos nosotros, oh Señor, seamos sensibles al dolor humano y que podamos vencer la indiferencia frente el sufrimiento de los demás. Amén.
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
SEXTA ESTACIÓN
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Jesús Misericordioso: La mujer que enjugó tu sagrado rostro nos enseña a inclinarnos ante toda persona que sufre, para enjugar sus lágrimas y devolverle la dignidad como ser humano. Te suplicamos, oh Señor, que, al actuar como la Verónica, hagamos brillar tu amor, para que ningún rostro sea golpeado y desfigurado, sino que sea tratado bien, como hijo de Dios. Amén.
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Jesús Misericordioso: Por tu segunda caída, Tú nos das fuerzas para levantarnos de nuevo de nuestras caídas, para ponernos de pie y continuar el camino, a pesar de la gravedad de nuestros problemas, pues, uniendo nuestro dolor al tuyo convertimos nuestras penas en fuerza transformadora para luchar contra la pereza, el cansancio, la pobreza y la violencia. Amén.
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria...
Jesús Misericordioso: Queremos ser como estas mujeres piadosas de Jerusalén, siempre en sintonía con tu Corazón, fuente del mayor consuelo. Necesitamos discípulos y misioneros fieles como estas mujeres valerosas que no tuvieron miedo alguno para manifestar públicamente su adhesión a ti. Ayúdanos, oh Señor, a comprometernos, como estas buenas mujeres, en la restauración de un mundo herido por el pecado. Amén.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Infinitas gracias te damos porque, con tu tercera caída a tierra, por el peso de la cruz, tu amor desciende hasta nuestro pecado y nos rescata, para ofrecernos una vida nueva, libre del egoísmo y del mal. Por ello, nos ponemos de pie en tu Nombre, seguros de que tu fuerza nos impulsará a ser constructores de un mundo más humano y fraterno. Amén.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Con las ropas que violentamente te quitan, Tú cubres la desnudez de la mujer maltratada, del niño abandonado, del anciano solo y del hombre que muere anhelando justicia y paz. Que, al verte maltratado, oh Señor, en los seres humanos que sufren, nos movamos con compasión para luchar contra la injusticia y vestirte con nuestro amor. Amén.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Te damos gracias porque, para enseñarnos el valor del sufrimiento y el camino del cielo, recorriste la Vía Dolorosa hasta el Calvario; y allí permitiste que te clavaran en la cruz, para ser expuesto a las burlas de la gente. Te suplicamos, oh Señor, que tu preciosísima Sangre, que derramaste a través de las heridas de los clavos y que perpetuamos en la celebración de la Eucaristía, perdone nuestros pecados, nos sane y nos santifique. Amén.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Muchas veces extendiste tus manos para abrazar a tanta gente y curar a muchos enfermos; ahora extiendes tus manos en la cruz y entregas tu vida en las manos de tu Padre, para salvarnos a todos. Enséñanos, oh Señor, a morir cada día al pecado; y haz que todos nosotros, los redimidos por tu Misterio Pascual, avancemos sin tropiezo por el camino de la felicidad eterna. Amén.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la cruz y puesto en los brazos de su Santísima Madre
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Te damos gracias porque, para enseñarnos el valor del sufrimiento y el camino del cielo, recorriste la Vía Dolorosa hasta el Calvario; y allí permitiste que te clavaran en la cruz, para ser expuesto a las burlas de la gente. Te suplicamos, oh Señor, que tu preciosísima Sangre, que derramaste a través de las heridas de los clavos y que perpetuamos en la celebración de la Eucaristía, perdone nuestros pecados, nos sane y nos santifique. Amén.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN
Jesús es sepultado
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Pues por tu santa cruz redimiste al mundo
Jesús Misericordioso: Tú eres la lluvia de bendiciones que cae sobre la humanidad y la fecunda, a fin de que pueda ser terreno fértil para la semilla del Reino de Dios. Te damos gracias, oh Señor, porque en esta estación del Viacrucis Tú eres el grano de trigo que cae a la tierra y muere para que pueda dar fruto para la salvación del mundo. Oh buen Jesús: Permítenos unirnos a la ofrenda de tu vida, iniciada en el misterio de la Encarnación, consumada en el altar del Calvario, perpetuada en el misterio de la Eucaristía y establecida para siempre en el altar del cielo. Amén.
Por los méritos de tu Pasión, de tu Muerte y de tu Resurrección: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
ORACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO
EN TIEMPOS DE PANDEMIA Y DE CONTAGIO
Jesús Misericordioso: Tú eres nuestra única esperanza de salvación. Ten piedad de nosotros y del mundo entero. Protegernos del flagelo del virus que se está difundiendo por todas partes y líbranos de todo mal. Jesús Misericordioso: Extiende tus rayos de luz por toda la tierra. Sana, oh Señor, a los que ya están contagiados; protege a los que todavía estamos sanos; y ayuda a quienes trabajan cuidando la salud de todos. Jesús Misericordioso: En compañía de María Santísima, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, ayúdanos a enfrentar, con actitud mental positiva, con valentía, con fe y con esperanza, la terrible batalla del virus. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Link para participar del Santo Viacrucis en vivo: